Tema:
RECONOCER LO GRANDIOSO QUE RECIBIMOS EN LA VIDA
Estimada
Persona elegida
Es nuestra misión
fortalecer tus valores invitándote a abrir los ojos para contemplar las
maravillas que recibiste en la vida y lo que se te ha confiado para que trates
de ser felíz.
Cada uno tiene su historia
y en el camino de la vida seguramente habrás tenido alguna mano que se brindó,
algunos oídos y corazones que se abrieron y te dieron una oportunidad ¿cómo
olvidarlo?, o es que has perdido la memoria….Son muchos los que lamentablemente
se acomodaron y se olvidaron, no se animan a reconocer aquél momento que causó
alegría tu corazón, tal vez aquel llamado a trabajar o aquella invitación a
encontrarse contigo, todo pasa en la historia, pero nosotros queremos tocar tu
memoria para ayudarnos mutuamente a RECONOCER y CANTAR las maravillas que
pudimos vivir. Nuestra vida no debe estar marcada solo por las cosas que nos
falta y convertirnos así en personas exigentes, desagradecidas, sino animarnos
a dar un salto y vivir aquella canción que dice “canta y no llores..”. Tenemos
muchos motivos para no estar bien, pero ante las realidades creemos oportuno y
fortalecer el espíritu con esta invitación: Reconocer y ser personas agradecidas
con gestos creativos que ayudan al buen vivir y es educación para los que nos
están observando.
Nuestra sociedad debe
contagiarse de buenos gestos de reconocimiento, hemos recibido mucho de
distintos lugares y momentos por ello que nuestra vida sea caminar con
esperanzas
Acción solidaria: ayudar a reconocer a las
personas que ayudaron
Trabajo interior:
Realizar un gesto de reconocimiento a las
personas e
instituciones que te ayudaron en la vida.
Facebook: fortaleciendo valores
nuestra Base para tomar el valor de la semana MI ALMA CANTA LA GRANDEZA DEL SEÑOR
Evangelio
En aquellos días, Maria se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de Maria, saltó la criatura en su vientre.
Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: «¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.»
María dijo: «Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia –como lo había prometido a nuestros padres– en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.»
María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa.
Querido Padre
Reconozco abiertamente que soy tu hijo, que me has llamado y tuviste el detalle de haberme creado confiandome las almas de tanta gente que tal vez necesite una palabra.
Reconozco mi historia donde pasaron por mi vida tantas manos solidarias y corazones abiertos como oidos que aún me esperan y me dan su corazón
Reconozco tu Bondad de salvarme, amarme y esperarme aun mis caidas y aciertos
Reconozco las maravillas donde mis huellas quedaron y aun un mundo por estrenar.
Bendito sea Dios ¿quien soy yo para merecer que me ames tanto?...Te amo Señor.
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