Fieles a tus principios 532

 

Tema: FIDELIDAD A TUS PRINCIPIOS

imada Persona elegida

 

Con el compromiso y el honor de aportar a tu bienestar, nos permitimos reflexionar este tema que comienza por definir LA FIDELIDAD como acto humano que hace a la calidad de persona que eres. Nos dicen algunas definiciones que  La fidelidad es la capacidad, el poder o la virtud de dar cumplimiento a las promesas.

Todos tenemos PRINCIPIOS o sea: es nuestra persona que tiene un tesoro y ello son nuestra educación, valores y virtudes que no debemos nunca perderlos ni negociarlos por más seducción que tengamos.

Nuestra misión será darnos “cuenta lo que somos y valemos por ello debemos  reafirmar nuestros principios defendiendo en cada paso que damos y en los compromisos que tomamos ante los demás.

Nuestra motivación es ayudar a revisar nuestra fidelidad personal- en lo que creemos,  en lo que decimos, como así también con respecto al ser amado, o la misma fidelidad el trabajo y en el compromiso con la sociedad. Son muchos los que esperan y desean una respuesta. Todos tenemos principios y la capacidad para dar una respuesta ya sea positiva o negativa. Lo importante también es ser una persona honesta con principios leales  que se conozcan y sea un ejemplo para tener una mejor calidad de vida

Recuerda que tus no tienen precio: es TU PERSONA, tu lealtad, TU EDUCACIÓN, TU APELLIDO.

Trabajo personal: Cuáles son tus principios?

Compromiso solidario: valorar y felicitar a los que tienen principios.

 

Facebook: fortaleciendo valores

Oración de

Señor que eres mi principio

Dame el don de la fidelidad especialmente para contigo

Y también a mis propios principios

Que la luz de tu espíritu ilumine a todos

A no perder los principios y no dejarse arrastrar

Por la comodidad y el falso interés

GRACIAS Señor po tu fidelidad que es expresa en toda la creación

Y especialmente en todas mis debilidades

Ven Señor

 

ectura del santo evangelio según san Juan 14,23-29):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él. El que no me ama no guardará mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió. Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Defensor, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho. La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: "Me voy y vuelvo a vuestro lado." Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, sigáis creyendo.»