viernes, 4 de mayo de 2012

caricias para el alma: LA HONESTIDAD. nº 78

Francisco Vacazur Tema: La honestidad Es una palabra que no se escucha porque mas bien se trata de VIVIR, y SER. Es nuestra credencial ante la sociedad y los que nos rodean. No es fácil ser honesto porque existe la corrupción, lo fácil, y por sobre todo que muchos actúan para quedar bien, aunque nuestra vida de esto se trate. La honestidad es un gran valor ante la confianza a la hora de confiarte un trabajo o una misión. Creo que en estos tiempos es oportuno al menos replantearnos: “cuando decimos y prometemos algo”, sobre todo a nuestros seres queridos. No se puede jugar con nadie ni vivir de promesas, porque a la hora de la verdad es lo que sembramos y cosecharan nuestros menores, entre los que pueden estar nuestros hijos. La honestidad en el trabajo, en la administración de los bienes y de la amistad como en la propia familia. Muchas cosas se evitarían si pondríamos en practica este valor, si enseñamos con el ejemplo y la palabra. Nunca es tarde para empezar con las pequeñas cosas, nunca nos arrepentiremos de haber sido honestos, hombre de palabra y confianza, talvez Dios que todo lo ve nos haga muy felices cosechando en esta vida y en el mas allá. Existe en nuestro país tanta corrupción, tantos intereses personales que la honestidad, el respeto, la credibilidad está quedando sepultada y esto debería comenzar por nuestros gobernantes y referentes que tendrían que dar el ejemplo. Hoy es oportuno comenzar con mi propia vida, ser honesto con lo que me comprometí, y si no puedo es mejor decirlo antes que mentir y quedar mal, porque tarde o temprano explotaremos y alli no existe la bondad. Sembremos la honestidad porque esto es nuestro orgullo, es nuestro apellido, es nuestra propia persona que se merece todo el respeto y el amor. Nuestro Dios, nuestra familia merece que seamos HONESTOS. Dios siempre estará dándonos una mano, siempre nos estará esperando a que lo que El ha sembrado en nuestro corazón, le respondamos con nuestros actos todo por amor. Los hombres no esperan y a veces son ciegos a la hora de juzgar pero no debemos tener miedo a ser honestos, no debemos dejarnos llevar por la tentación de lo fácil, porque luego la misma vida nos pasará la boleta, y si sembramos la honestidad, talvez no se vean los frutos al instante, pero por seguro estoy que algún dia alguien podrá cosechar tu honestidad y aprender de la gran persona que somos. Hasta la próxima.

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