viernes, 13 de julio de 2012

todos somos iguales ante Dios

CARICIAS PARA EL ALMA: Nº 87. Mes de Julio: 2012. Por Francisco B. Vacazur La igualdad para todos es un desafío, es fácil hacer política y predicarlo por todos lados, el asunto es a la hora de vivirlo y sentirlo cuando nos encontramos con las realidades sobre todo a la hora del trato o cuando alguien nos trata con diferencias. En nuestra sociedad, ¿no sentimos que a veces existe la discriminación? ¿las diferencias sociales, de raza o de otros aspectos?, lo que planteo no es para condenar a nadie, solo es para que recuperando el valor de la Igualdad pensemos que Dios nos dá el sol para todos, para buenos y malos, cada uno responde con su actitud y a veces gratitud. Por esto invito a contemplar y aprender algo mas de nuestro Dios, no debemos condenar ni prejuzgar a nadie, debemos tener presente a la hora de tratar a los demás como nos gustaría que nos traten, el hecho es que se sufre mucho cuando alguien te desplaza o te tiene en cuenta por lo que posees o sabes. Creo que cada uno vale por lo que es; somos hijos de Dios, respiramos el mismo aire, y la forma de tratarnos empezando por nuestra propia familia debería ser con simpleza y mucho amor sin despreciar ni comparar a las personas. En muchos lugares observo el trato de un niño que tiene o viene de un bien pasar económico como el niño que no tiene una casa y a veces una familia, ¿Cómo trata un docente a estos niños?, ¿Cómo trata un empleado público a un anciano entre un profesional que se acerca al mostrador? ¿Cómo nos tratan los políticos cuando ya han logrado su posición?.... Las diferencias son muy concretas, el valor de la Igualdad es para todos, merecemos que nos respeten, que nos escuchen, que no nos miren tanto la cara sino nuestras actitud respetuosa a la hora de pedir las cosas. Todos merecemos lo mejor, por esto la Igualdad no es solo palabra sino pura acción a la cual debemos buscar una conversión de nuestras actitudes ante el trato a los demás, empezando por las personas que Dios nos ha puesto en el camino. Que Dios nos ayude a sentirnos iguales, nadie puede decir no valgo nada, o no sirvo para nada, o tengo todo y yo no necesito de nadie…¡ojo! No nos desvaloricemos ni seamos orgullosos, solo sabe que somos iguales frente a Dios y si todos vamos al mismo lugar cuando morimos ¿Qué dejamos?, ¿Qué llevamos? Por eso con todo el amor tratemos de sentirnos iguales, no es mas alguien que tenga su dinero como el que no tiene para vivir, al menos desde una mirada de fé, los que tienen es porque tienen oportunidades y los que no es porque aun no ha llegado la hora y aquí o en el cielo sabremos el lugar porque Dios nos mira a todos por igual y seguramente sabe recompensar a sus hijos porque aun cree en cada uno de nosotros. Sintiéndome hermano y amigo te deseo una hermosa semana…hasta la próxima

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