viernes, 14 de septiembre de 2012

El amor a los jovenes: caricia para tu alma Nº 95

13 de Septiembre En el mes de los jóvenes Con la paz de Dios quiero escribir estas líneas pensando en nuestros jóvenes que seguramente esperan de nosotros, los adultos: una palabra, una comprensión, un gesto una actitud, un oído y una mano que ayude a salir de sus dificultades y fortalezca sus decisiones. Creo necesario hablar del tema porque no podemos dejarlos solos, nuestros jóvenes gritan AMOR…hay un hambre en ellos que se manifiesta en la soledad, en la seguridad interior, en decisiones equivocadas en caminos de fantasías y superficialidad como desganos y otras malas yerbas que no ayudan a nuestros muchachos. Si les preguntamos seguramente reclamaran: confianza, respeto, cercanía, escucha valoración y otros valores signos del amor que se encuentran apagado o equivocados. Muchos de ellos se encuentran solos, sin padres, sin futuro, aplastados por la misma sociedad como los problemas que paralizan los sueños de nuestros jóvenes, aunque algunos hacen el esfuerzo de salir a delante. Veo una juventud atrofiada por la dádiva, las grandes ofertas de la sociedad y falta de educación ¿Qué hacemos? ¿Cómo les transmitimos el amor?, no basta con decir “te amo”, no basta con mandarlos a estudiar y exigirlos a trabajar, hoy creo que hay que replantear, empezando en nuestra propia casa. Es difícil hablarles y hacerse escuchar como respetar. Muchos de nuestros jóvenes dan miedo por sus apariencias y formas de hablar, no todos están dispuestos a escuchar un consejo sano y mucho menos que se les impongan leyes y otras cosas que no van directo al corazón. NO tengo una palabra justa para amarlos, pero sí: decirles a los adultos, que no perdamos la calma ni la autoridad como el ejemplo y el testimonio de cada día, no importa la edad que tengamos ni la profesión, solo seamos mas responsables nosotros para enseñarlos y acompañarlos, no dejemos solos a los chicos, al menos una palmada en el hombro, un reconocimiento, una actitud de escucha, y si podemos ayudarles a conseguir trabajo, y darles alguna alegría como hablarles con respeto y serenidad seria genial. Es difícil porque los males son muchos. Hablo a los jóvenes que leen esto que se sientan amados, primero por Dios…luego por los que esperamos y admiramos la belleza de la juventud. Queridos jóvenes, en nombre de muchos quiero expresar mi forma de amar y se trata de pedirles perdón por no estar y quedarme un ratito para escucharlos, y con todas las fuerzas y la fe sabe que esperamos los mejor de cada uno de sus vidas, no se vendan con cosas fáciles, no se encaminen en vicios vacíos y fantasías que no llevan a buen camino, no se escapen buscando soluciones de sus problemas afuera. Si alguno no tiene padres y un buen consejero es necesario salir al aire puro, dar la cara al sol y dejarse guiar por el espíritu de Dios que espera cada día de nuestro protagonismo en la historia. Queridos chicos, los amamos, y sintiendo el gozo de mi juventud interior invito a seguir soñando y haciendo realidad cada día la buena vida, el amor a los padres, aprendiendo de los errores y dejando de lado el orgullo para conquistar nuevas tierras del amor que es la fuerza para vivir cada día mas feliz. Que nadie se sienta solo, todos los mayores hoy queremos al menos rezar pero también decirles que confíen en la gente sana y no temas tus fracasos ni golpes en la vida, algunos ya pasamos esos golpes duros que se te dan en la vida, pero todo es para crecer, y si hoy escribo es porque puedo mirar a tras con agradecimiento y mirar el futuro con los mejores deseos de esperanza y gratitud. Querido Dios bendice a todos mis jóvenes y que en cada uno empiece a florecer la flor de la sonrisa y la felicidad sembrada en el alma y expresada en el exterior. ¡Fuerza a todos los que CREEMOS EN LOS JOVENES y deseamos todo lo mejor para ellos….! Hasta la próxima!!!

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