
El despojo es el honor de una persona, no nacimos con
las cosas ni con las personas, por esto invito a despojarte, a no aferrarte y
mas aun de lo material con lo cual podemos dar vida a muchos de los que nos
rodean. El dinero, el poder y la
seguridad en algunos casos nos esclavizan y ante esto invito a despojarte
porque un alma libre puede vivir donde quiere y ser feliz con lo que tiene.
Recuerda que el que guarda y mezquina es como AGUA ESTANCADA y èsta SE PUDRE, por
esto, dejemos correr el agua, hagamos el bien que riega la necesidad de los que
menos esperan. Con mucho amor te invito a mirar lo que tienes y a despojarte de
estructuras religiosas y políticas que no ayuden a tu sentir y con las manos en el alma descansa sabiendo que
sembraste en algún corazón. Para confesar que Jesús es Dios hace falta el
despojo del propio yo, sentirse amado para amar, sentirse pobre para enriquecerse,
sentirse nada para ser todo en Dios. Hasta la próxima

Caricia de la Palabra
de Dios (Lc 9, 18-24)
Jesús les preguntó:
"¿Quién dice la gente que soy yo?". Pedro, tomando la palabra,
respondió: "Tú eres el Mesías de Dios".
Después dijo a todos:
"El que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz
cada día y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que
pierda su vida por mí, la salvará".
Palabra del Señor.
Trabajo
interior:
Despojarte de lo que mas te guste y dárselo a los mas necesitados

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