Todos sabemos lo
valioso y necesario “educar”, para ello debemos “educarnos día a día”, aprender
para dar lo mejor de nosotros mismos. Muchos hemos perdido el don de educarnos:
Cada día aparecen cosas nuevas y se hace necesario actualizarnos, tomarnos el
tiempo para leer. Lo que no debemos perder es la capacidad de educarnos en los
valores y ello pasa desde el saludo hasta la actitud que tenemos. Muchas veces
habrá que corregir actitudes que observamos. Con la inteligencia que poseemos
debemos abrir los caminos de una educación “social-solidaria”, comencemos por
casa… “cómo se dice esto, cómo se hace aquello..”; muchos esperan de nuestras
correcciones no con prepotencia sino con un clima de atención, dando
importancia al que quiere y acepta un ratito de educación. Necesitamos
educación desde las palabras hasta en la vida pública, desde los profesionales
hasta el pequeño. Muchos pagan para educar pero en sus casas no ayudan, y creo
que esto debe comenzar por los lugares donde la educación es un compromiso y
responsabilidad, se trata de nuestro alrededor, donde muchas veces la falta de
tiempo, y el confiarnos que dejamos la educación a segundo plano, creo que el
que quiere aprende y el que busca se educa y es un libro abierto.
Acción: Animarse a expresar el cuerpo y el alma
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